sábado, 5 de julio de 2008

Hermanos cap.12

Cap.12: Belladona, Beleño y Mandrágora

Horas más tarde, Aurora ya había colocado los objetos ritualizados por toda la casa y, esta, se había impregnado de un olor peculiar que obligó a Gael a retirarse de nuevo a su habitación.
"Paciencia", le había recriminado ella, "ya sé que el olor es un poco fuerte ahora, pero no te matará".
Era fácil decirlo, pero las tentaciones de abrir todas las ventanas eran demasiado grandes.
"Sólo un poco más, déjalo que actúe un poco más, luego, airearemos toda la casa".

Mientras, los dos hermanos seguían durmiendo.
"No lleva muchas horas durmiendo el chico de pelo negro", le había preguntado Gael.

_¡Oh! - contestó ella de la forma más inocente del mundo - Es que no quería dormir, así que le ayudé a que lo hiciera. Supongo que es normal.

Gael la miró con suspicacia.

_¿Qué le has dado? - preguntó.

_Nada de importancia, una mezcla de creación propia con un poco de Belladona, Beleño y Mandrágora..., ya sabes...

_¡¿Qué?!- casi gritó él.

_¡Por supuesto!- replicó ella - Estaba completamente reacio a dormirse, necesitaba un relajante fuerte, ¿no querrías que le diera valeriana?

Gael se frotó los ojos intentando calmarse

_¿Quieres decir que no se te ha ido la mano y lo has dejado en coma?

La mirada de Aurora fue asesina. Sin mediar palabra, se giró y salió de la habitación.
Ya está, pensó Gael, ya se había ofendido... Fue entonces, cuando, al respirar hondo notó de nuevo aquella amalgama de olores extraños que le obligó a volver a su habitación casi mareado por las náuseas.

Ahora, ya era de noche, y la casa estaba en completo silencio. Gael había apagado la luz, de forma que su habitación estaba completamente a oscuras, exceptuando la luz que entraba por la ventana de su cuarto. La oscuridad le ayudaba a pensar y, él, permanecía sentado en su silla, con la vista fijada en algún punto de la parte inferior de la habitación, pensativo.
Tenía el brazo apoyado en un escritorio lleno de papeles situado a su izquierda y parecía mirar la ventana que había frente a él, pero no era así.
En aquel momento, el portátil que había abierto debajo de la ventana comenzó a iluminarse con una luz blanca intermitente. Gael se acercó a él con pesadez.
Observó el mensaje recibido del foro al que estaba conectado. Alguien hablaba de la noticia de un asesinato producido hacía pocos días. El asesino, conocido con el sobrenombre de "Morfeo" provocó una serie de mensajes de comentarios en el foro, desde los apasionados a los reacios a aquellas acciones. Pero todos coincidían en algo, de nuevo, no se había podido encontrar ninguna pista en la escena del crimen.
Gael cerró el foro y miró a través de la ventana, intentando acostumbrarse de nuevo a la oscuridad. No habían pasado más de un par de minutos cuando, el ordenador volvió a parpadear, esta vez con una luz azul.
Gael conectó los auriculares con micrófono que había a su lado y se los colocó.

_¡Aquí Morfeo! - dijo simplemente.

No hay comentarios: