miércoles, 18 de junio de 2008

Hermanos cap.4

Cap.4: Nombres

A la mañana siguiente, el revuelo era considerable, y en las caras de los miembros del círculo interno, el temor era claramente visible, aunque a su paso, el mago, podía notar los esfuerzos que se hacían para controlarlo. Sonriendo en su interior, el mago se dirigió a las habitaciones.

En ellas, el chico de pelo negro, abrió lentamente los ojos, y la luz del sol lo deslumbró de tal manera que se vió obligado a cerrarlos de nuevo. ¿Dónde estaba? ¿Qué era toda aquella luz?
A ciegas, intentó levantarse de la cama, palpando lo que tenía a su alrededor y tirando varias cosas al suelo. En ese momento, el mago apareció por la puerta y lo detuvo cogiéndole. El toque de otra persona hizo que el muchacho volviera a abrir ligeramente los ojos.

_Con calma, - replicó el mago mientras corría las cortinas, matizando la luz - aún no estás acostumbrado a tanta luz.

Aquello pareció desconcertar al chico, al igual que todas las cosas que le rodeaban, de forma que por una vez pareció olvidarse de que no estaba solo.

_Me llamo Darío - se presentó el mago - ¿Cómo te encuentras?

_Bien..., creo... - contestó su invitado, fascinado al verse reflejado, quizás por primera vez en un espejo. Pareció entender rápidamente de qué se trataba y se tocó el pelo para después observar fascinado sus manos.

_Te duché - le explicó Darío, comprendiendo la sorpresa del chico y, éste, le miró extrañado.

_¿Por qué?¿Qué quieres de mí?

Darío sonrió.

_Te dije que no te haría daño. Simplemente, no podía permitir que continuases allí, hermano...

Esta última palabra pareció golpear con tal fuerza al chico que tuvo que sentarse.

_Debo pedirte disculpas por no haberte ayudado antes, pero ni siquiera sabía que existieras. - le dijo el mago, acercándose a él - Sin embargo, de ahora en adelante, yo cuidaré de tí. ¿Cómo te llamas?

El muchacho contestó con la mirada perdida, como si necesitase tiempo para asimilar todos aquellos cambios.

_No lo sé. No recuerdo si tengo un nombre...

_Entonces, habrá que buscarte uno, al igual que otras ropas.

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